Se denomina así a todos los procesos de unión de metales que se realizan por fusión localizada de las partes a unir. Puede ser con y sin aportación de material a las piezas unidas, pudiendo ser el material de aportación de igual o diferente tipo a éstas. Todos estos sistemas han alcanzado un alto grado de tecnología que lleva a la consecución de uniones garantizadas, duraderas y con alto índice de repetitividad en su calidad. Atendiendo a la forma de producir la fusión se agrupan en tres categorías:
- Soldadura Autógena: Se realiza fundiendo mediante la llama de un soplete el material de aportación sobre la zona de unión, pudiendo fundir también dicha zona de las piezas a unir. El material de aportación puede ser desde el mismo que las piezas a unir hasta varilla de metales con alto contenido en plata (bajo punto de fusión) usadas en la soldadura de chapas muy finas, zonas delicadas o piezas de diferentes metales.
- Soldadura por Arco: La fundición se produce al provocar un arco voltaico de alta intensidad y bajo voltaje entre la zona a unir y un electrodo. Puede ser con aportación de material en cuyo caso o bien el electrodo se va fundiendo y agregándose a la zona soldada o bien usando electrodos de metales de alto punto de fusión (TIG) y aportación del material en varillas, o sin aportación de material (TIG) en atmósfera de gases inertes.
- Soldaduras por resistencia: Consiste en comprimir una pequeña zona de dos chapas finas mediante dos electrodos por los que se hace pasar una corriente eléctrica de parámetros controlados mediante la que se consigue fundir la zona de unión entra ambas chapas en el punto de presión de los electrodos.
- Soldadura por LASER: Fundamentalmente es una soldadura sin aporte de material, de gran precisión y excelente acabado y calidad. Permite soldar en tres dimensiones.